Edward Feser (2011) realizó una interpretación de las cinco vías de Tomás de Aquino que apunta en contra de la tesis de la inercia existencial (TIE) y a favor de la doctrina de la conservación divina (DCD). En líneas generales, la TIE sostiene que, una vez en la existencia, las entidades temporales/contingentes/finitas existen sin necesidad de alguna causa que motive su continua existencia, mientras que la DCD contradice esto: estas entidades necesitan de alguna causa (a saber, Dios) que las sostenga en la existencia y sin la cual aquellas no podrían existir.

En lo sucesivo, me concentraré en la interpretación feseriana de la primera vía y explicitaré los puntos importantes que se encuentran en el argumento. Como conclusión del escrito, digo que (I) el argumento es formalmente válido (lo cual no es de sorprender) y (II) la premisa principal del argumento (a saber, la  tercera) descansa sobre la tesis de que hay una potencia (al menos una) que deja de estar actualizada, lo que implica la DCD. A esta tesis la llamo la tesis del decaimiento actual. No entraré en materia de controversia en torno a esto y/o discutir si es verdadero o si es razonable sostenerlo. El objetivo de este análisis no es más que explicitar las razones detrás de la afirmación principal del argumento.

Formulación del argumento

Feser formula de esta forma el argumento:

  1. Que la actualización de una potencia es una característica real del mundo se sigue del suceso de eventos que conocemos por los sentidos.
  2. El suceso de un evento E presupone la operación de una sustancia.
  3. La existencia de toda sustancia natural S en cualquier momento presupone la actualización simultánea de una potencia.
  4. Ninguna potencia puede actualizar una potencia; sólo algo actual puede actualizar una potencia.
  5. Entonces, cualquier actualizador A de la existencia actual de S debe ser actual.
  6. La propia existencia de A, en el momento en que actualiza S, presupone o (a) la actualización simultánea de una potencia adicional o (b) que A sea puramente actual.
  7. Si la existencia de A, en el momento en que actualiza S, presupone la actualización simultánea de una potencia adicional, entonces hay una regresión de actualizadores concurrentes que es infinito o que termina en un actualizador puramente actual.
  8. Pero tal regresión de actualizadores concurrentes formaría una serie causal ordenada per se, y tal clase de serie no puede tener un regreso al infinito.
  9. Entonces, A es puramente actual o hay un actualizador puramente actual que termina la regresión de actualizadores concurrentes.
  10. Por tanto, la ocurrencia de E y la existencia de S, en cualquier momento, presupone la existencia de un actualizador puramente actual.

    Evaluación formal del argumento

    Empecemos evaluando la estructura formal o lógica del argumento. Supongamos que todas las premisas (de la primera a la nueve) son verdaderas. Si es formalmente válido, la conclusión se sigue necesariamente de las premisas (si son verdaderas); en caso contrario, es inválido.

    En primer lugar, las cuatro primeras premisas son relevantes para el argumento en conjunto o para el contexto dialéctico del mismo. Podemos hablar de la existencia de las sustancias en vez de eventos (2), y hablar de ella en términos de acto y potencia (1). Y si podemos hablar de ella en tales términos, entonces podemos significar por «la existencia de toda sustancia natural» como «la reducción de una potencia al acto que ocurre en toda sustancia natural». Es decir, la existencia de las mismas presupone la ocurrencia simultánea (justo cuando ellas existen) de una actualización de una potencia; o, dicho de otra forma, ellas existen si ocurre la actualización de una potencia que le es inherente (3). (Téngase en cuenta que de la potencia de la cual se estará hablando es esta, «la potencia de existir» de las sustancias). No obstante, solo una entidad en acto puede actualizar tal potencia, por lo que hay «actualizadores», esto es, entidades en acto que actualizan potencias (4, 5).

    Tenemos, entonces, que la existencia (continuada) de las sustancias supone una reducción de la potencia al acto y que dicha reducción es debido a un actualizador. Este punto ya es (a mi juicio) controversial, y a priori quizás no todo lo acepten; en efecto, es razonable preguntar, ¿la existencia, en tanto que supone una actualización de una potencia, realmente requiere de una causa que la mantenga (es decir, que la actualice constantemente)? Y, si no está adecuadamente justificada, es razonable rechazarla. Pero esto es otro punto. Presupondremos por el momento que esta conclusión (de las premisas 1-5) es verdadera.

    Si podemos decir esto de cualquier sustancia, podemos decir lo mismo de su actualizador. No obstante, podría no ser así; quizás el actualizador no requiera de actualización de potencias porque ya es, de entrada, en acto. Entonces, tenemos una disyunción: un actualizador A requiere de una actualización en el momento en que actualiza una sustancia S o A es puramente actual (6). Si es el primer caso, entonces en el momento en que A actualiza la potencia de S, A también existe y su existencia presupone una reducción de la potencia al acto. De ser así, hay claramente una regresión simultánea de actualizadores, esto es, una cadena en donde la existencia de A, en el mismo momento en el que actualiza S, es actualizada por un actualizador F y así sucesivamente.

    Pero esta cadena o es infinita o termina en un actualizador puramente actual (7). Pero la clase de serie causal en cuestión es una serie causal per se y estas no pueden ser regresiones ad infinitum (8), por lo que o A es puramente actual (y es, por tanto, el fin de la cadena) o A supone una regresión simultánea de actualizadores que termina en un actualizador puramente actual (9). Concluimos que necesariamente (suponiendo que las premisas son verdaderas) en el acontecimiento de un evento E y la existencia de S, en el mismo momento en las cuales existen u ocurren, existen u ocurren gracias a un actualizador puramente actual. 

    Pongamos de ejemplo un evento en el cual una leña se quema. El evento presupone que existe una sustancia, la leña, la cual sufre una mutación, es quemada. Considerándola a ella, vemos que la leña existe, y su existencia supone una reducción de la potencia al acto o actualización, lo cual implica que hay un actualizador de su existencia (o potencia de existir). En ausencia de actualizadores a nivel macroscópico, digamos que dicho actualizador sucede a nivel microscópico, esto es, a niveles de partículas fundamentales, las cuales actualizan la potencia de existir de la leña en tanto que leña (y no otra cosa). Como la leña existe durante un prolongado periodo de tiempo, en todo momento dicho(s) actualizador(es) actualizan la potencia de la leña.

    Si podemos preguntar esto de la leñan, también podemos decir lo mismo de las partículas que componen la leña. Recordemos que, si no son puramente actuales, entonces necesitan de otro actualizador, y este de otro y así sucesivamente. Supongamos que no lo son, entonces tienen un actualizador. Como no puede haber una regresión infinita de actualizadores simultáneos, la existencia de la leña depende (en última instancia) de la actualización simultánea de un actualizador puramente actual.

    En consecuencia, si este análisis es correcto, el argumento es formalmente válido. Vemos que la conclusión se sigue (i.e., es verdadera) de las premisas (sosteniendo que hipotéticamente sean verdaderas). En lo que resta de la entrada, pondré de relieve algunas suposiciones (explícitas o implícitas) dentro del argumento. Esto con el fin de «encontrar» las razones para la afirmación principal del argumento: la existencia de toda sustancia natural S en cualquier momento presupone la actualización simultánea de una potencia.

    Las justificaciones del argumento

    Dejaré de lado la cuestión de las series causales per se y de las regresiones causales infinitas. Lo que me concierne es la tercera premisa. Hay que resaltar un par de puntos importantes:

    (i) Se supone la distinción acto-potencia.

    La primera premisa afirma tal distinción, pero Feser en ningún momento la justifica en profundidad (tan solo menciona que es «una característica real del mundo» porque «se sigue del suceso de eventos que conocemos por los sentidos») y la da por sentado, el cual podría ser perfectamente un foco de críticas. Pero esto no será en lo que me concentraré, ni lo que considero lo más controversial del argumento.

    (ii) Se menciona explícitamente que los eventos presuponen la existencia de las sustancias, cuya existencia también supone una reducción de la potencia al acto.

    Feser en su artículo menciona que es usual sacar eventos (e.g., la putrefacción de una manzana o la quema de un tronco de madera) como ejemplos de reducciones de la potencia al acto. Pero afirma que el argumento de la primera vía se entiende mucho mejor en términos de sustancias que de eventos. Los eventos presuponen la existencia de las sustancias y, así como los eventos presuponen la reducción de una potencia al acto, lo mismo se dice de la existencia de las sustancias. Este punto es de importancia para el resto del argumento porque este pretende explicar la existencia de las sustancias.

    A priori, me parece que esto está epistémicamente justificado, pues parece que es evidente que, en efecto, los eventos presuponen sustancias que sufren de mutaciones (de actualizaciones o reducciones de la potencia al acto). Esto no parece ser nada controversial.

    (iii) Ninguna potencia puede actualizar otra potencia. Toda potencia es actualizada por algo actual.

    Esto tampoco parece ser controversial, ni es nada novedoso. Esta afirmación (o afirmaciones) responden a la distinción acto-potencia y a la larga tradición aristotélica y tomista. Entonces, no parece ser controversial y, a mi parecer, podemos darla por sentada sin mayores problemas.

    (iv) Existe una potencia detrás de la existencia de las sustancias compuestas de potencia y acto.

    Es este punto el cual me parece el más controversial del argumento. De este punto, obtenemos los dos siguientes:

    (iv.1) Las sustancias compuestas existen por la actualización de esa potencia.
    (iv.2) La actualización de esa potencia es constante.

    ¿Por qué obtenemos estos dos otros puntos? Al decir que la existencia de las mismas presupone una potencia (y dado que las sustancias efectivamente existen [en acto]), claramente las sustancias sólo existirán si esa potencia es actualizada (o sea, si es en acto). Pero como las sustancias existen (en acto) por tiempo indefinido (es decir, por un prolongado periodo de tiempo), esa potencia es actualizada en todo instante de tiempo mientras aquellas existan. Esto es lo controversial: existe al menos una potencia que requiere de actualización constante. Esta proposición es la que permite la DCD porque existe una entidad (en acto que) puede actualizar dicha potencia continuamente, y esto se traduce como un sostenimiento continuo en la existencia (en razón de que la actualización de esa potencia es condición suficiente y necesaria para existir).

    ¿Qué clase de potencia es esta? Y ¿existe realmente una potencia tal? Feser contesta sí a estas preguntas. La potencia será de cierta clase en función de los detalles metafísicos en juego. Él menciona tres: (a) la materia prima de las sustancias hilemórficas; (b) la esencia de las sustancias compuestas de esencia y existencia; (c) las partes de todo compuesto. En cualquier caso, sucede una reducción de la potencia al acto constante y suponen un actualizador puramente en acto. Esta potencia, sea como fuere, es condicionante de la existencia y penetra de tal forma en las sustancias que, si no recibiere actualización constante, estas dejarían de existir por completo. Por tal motivo, esta potencia (actualizada) explica la continua existencia de las sustancias naturales.

    Pero como este argumento está expresado en términos de acto y potencia exclusivamente, podemos hablar de esta potencia en abstracto e indagar en torno a esta, independientemente de cómo se tome el estatuto de esa potencia. 

    Surge una pregunta: ¿por qué necesita esta potencia de constante actualización? Sostengo que requiere de esta actualización por dos razones expresadas en dos proposiciones, a través de las cuales se obtienen ciertas consecuencias que implican aquello:

    (A) Una potencia no puede actualizarse a sí misma.
    (B) Una potencia no es acto en sí misma.

    (A) no es más que otra reformulación de (iii), mientras que (B) nunca se explicita en el contexto dialéctico del argumento, pero es una proposición obvia (e incluso necesaria) porque si cualquier potencia no estuviere en estado potencial per se, no requeriría (de entrada) de actualización alguna (como se sostiene en [iii]). A lo que me refiero por (B), es a la idea de que toda potencia es eso, una potencia, a algo que no es en acto. Por no es me refiero a que no contiene nada en sí mismo que indique actualidad alguna; dentro de sí, no hay indicios de actualidad (o «está vacío de actualidad»), por decirlo de otro modo. Por tal motivo, ninguna potencia se actualiza a sí misma y toda potencia es actualizada por algo en acto.

    De ambas proposiciones, se obtiene un punto clave, el cual, a su vez, nos lleva a otro punto. Si (A) y (B), entonces una potencia x se comporta potencialmente en cualquier instante de tiempo t sólo si no hay factores causales (actualizadores) que motiven el cambio en su modo de ser. Si x se comporta potencialmente en cualquier instante de tiempo t sólo si no hay factores causales, entonces x requiere (para ser en acto en t) actualización en t.

    La idea es esta. Tenemos, por un lado, que x se comporta potencialmente ante la ausencia de algún actualizador en cualquier instante de tiempo; por el otro, x necesita de actualización en cualquier instante de tiempo. Llamemos P a la primera proposición y a la segunda Q. Como se vio, de (A) y (B) obtuvimos P, en tanto que si x no es acto en sí mismo, entonces x se comporta potencialmente ante la ausencia de algún actualizador ─(A) refuerza aún más esto porque evita que x pueda actualizarse por sí misma. En otras palabras: dado que una potencia es una potencia, será potencia si no recibe actualización.

    ¿Cómo obtenemos Q de P? Si x se comporta potencialmente en sí mismo, entonces x (ante la ausencia de actualizadores) será en potencia en todo instante de tiempo, y si x es potencia en todo instante de tiempo, entonces x requiere (para ser en acto en todo instante de tiempo) de actualización en todo instante (esto es, Q). En razón de que x es potencia en t, x exige actualización en t para ser en acto. Mejor dicho: en tanto que x es en acto en t, x recibió una actualización en t.

    Obtenemos Q de P, ya que P implica que la potencialidad de x siempre será tal (ante la ausencia de factores causales), por lo que, si x es en acto en t, x habrá recibido una actualización en t. A mi parecer, tanto (A), (B) como P y Q son afirmaciones claras en el contexto dialéctico del argumento. No obstante, pienso que hay otra premisa implícita en todo esto que hemos dicho, y sin la cual no podemos afirmar existe al menos una potencia que requiere de actualización constante. A saber: si x es en acto en t, x no será en acto en t+1 si no hay actualización de x en t+1.

    En efecto, parece que x dejará de ser actual pese a que llegó a ser actualizada en algún momento del tiempo. Lo que tenemos hasta el momento es que, si x es en acto en t, x recibió actualización en t; de no ser así, x es potencia en t y seguirá siendo potencia si no hay causas que motiven su cambio. Sólo tenemos aquello, pero aún no afirmamos que requiera de actualización constante. 

    ¿Qué motivación hay para sostener lo otro? Q y P implican que x requiera de actualización en todo instante tiempo. x será en potencia siempre ante la ausencia de actualizadores en t, y en acto será al recibir actualización en t. Si x sólo es en acto al recibir actualización en t, entonces x se «vuelve» en potencia en t+1 ante la ausencia de actualizadores en t+1. Es decir, x decae en su actualidad.

    En última instancia, la justificación principal para la premisa (3) [premisa que es la principal] descansa en esta idea ─la cual llamaré decaimiento actual. Efectivamente, lo que afirma no es más que la potencialidad de la existencia de las sustancias naturales requiere de actualización constante, o sea, en todo instante de tiempo en el cual estas existan. ¿En virtud de qué existen estas? En virtud de un actualizador que actualiza tal potencia. En cierto modo, esto es equivalente a lo expresado en (3).

    Definamos la tesis del decaimiento actual así: una potencia x decae de su actualidad si y solo si x no recibe actualización en un instante de tiempo posterior (t+1) al instante donde recibió actualización (t). Como mencionamos, la justificación de esta tesis es que una potencia (al menos una) necesita (para ser en acto en un instante de tiempo) de actualización en tal instante. Como consecuencia, si es acto durante un prologando periodo de tiempo, entonces, en los instantes que «conforman» dicho periodo, recibió actualizaciones. Esto equivale a decir (de forma negativa) que, en el caso de no haber recibido actualización en algún momento, esa potencia hubiera dejado de ser actual. Obtenemos la segunda parte de la bicondicional, y obtenemos, en consecuencia, la primera parte.

    Lo que refuerza aun más que esta sea la tesis central del argumento en su negación: una potencia x no decaerá de su actualidad cuando haya recibido actualización en algún momento, por lo que claramente no necesitará de actualización alguna. Si esto es así, una vez haya sido actualizada la existencia de las sustancias (recordemos supone una reducción de la potencia al acto), estas no cesarán de existir y es innecesario postular que requieran de actualización para su continuo existir. Esto no es más que la TIE, por lo que la tesis del decaimiento actual es vital para la DCD (al menos, en el contexto de este argumento). Pienso, pues, que el debate sobre este tema se reduce justamente a la tesis del decaimiento actual, y el éxito del argumento en cuestión yace sobre ella (según, otra vez, mi parecer).

    Conclusión

    Resumamos lo dicho hasta ahora. En primer lugar, tenemos dos características de toda potencia: no pueden actualizarse a sí mismas (A), no son en acto en sí mismas (B) y sólo cambian a acto por algo en acto. Dadas las dos primeras proposiciones, podemos afirmar que toda potencia se comporta potencialmente (si no hay actualizadores), es decir, es potencia y no puede ser otra cosa más que potencia. Por lo que, en un momento donde una potencia se comporta potencialmente y donde no reciba actualización (o no haya actualizador), esta se seguirá comportando así. Pero puede llegar a cambiar de estado en tal momento por una cosa en acto. En consecuencia, no sería extraño afirmar que toda potencia requiere de actualización en t (para ser en acto en t); de lo contrario, no es posible que sea en acto.

    Ahora bien, si toda potencia se comporta potencialmente en todo momento y toda potencia requiere de actualización en un instante de tiempo (para ser en acto en ese instante), claramente que requerirá de actualización en todo momento o instante (para ser en acto en esos momentos/instantes). Pero si requieren de actualización en todo momento, entonces dejarán de ser en acto en algún momento cuando falte la actualización debida. De esta forma, si una potencia existe de por sí potencialmente, pero es el caso que es actual o en acto, dicha potencia es actualizada en todo momento en el que es en acto. De no ser así, decaerá de su actualidad.

    Por tanto, si la existencia continua de las sustancias presupone una actualización de una potencia, esta potencia está siendo constantemente actualizada; si no fuese así, las sustancias dejarían de existir completamente o, lo que es lo mismo, esa potencia decaería de su actualidad. De esta forma, hay verdaderas razones para afirmar la premisa (3) del argumento de Feser y, si aceptamos las demás, el argumento refuta la TIE. Si todo esto es correcto, el argumento descansa sobre la tesis del decaimiento actual, y depende de su veracidad, por lo que el debate gira en torno sobre si es posible que dicha potencia no requiera de más actualización. No obstante, me parece que hay buenas razones para sostenerla (razones que se estuvieron desarrollando durante todo este escrito).

    Referencias

    Feser, E. (2011). Existential Inertia and the Five Ways. American Catholic Philosophical Quarterly, 85(2), 237-267. https://doi.org/10.5840/acpq201185214